Llevaba varias semanas trabajando en las modificaciones y correcciones del proyecto. Era una herramienta iniciada por un programador que ya no trabajaba en la empresa. Un día simplemente ya no se presentó a trabajar. Por lo que no podíamos contactarlo para que nos explicara las decisiones tomadas o el porqué de ellas. El cliente estaba preocupado porque estábamos ya fuera del tiempo de entrega. Para mí como programador era frustrante tener que corregir ese proyecto, pero no quería que mi frustración me llevara a tomar una decisión equivocada que resultara en tiempo perdido tratando de rehacer algo para lo que ya no había tiempo disponible. "Los menos cambios al código fuente, en el menor tiempo posible..." me decía a mi mismo, esa era la meta.
Ya me había pasado antes, tener esa idea en la cabeza cada que veía el código fuente "¿Y si lo reescribimos? Sería más fácil en lugar de tratar de corregir esto... ¡No, no hay tiempo! Tardaría días para lograr que haga lo que ya hace". Así pasaron semanas, hasta que un día no pude soportar más esa sensación, lo decidí. "Esta semana no habrá avance, será para re-escribir lo que ya está hecho".
Fue un riesgo decidir reescribir, podría haber terminado con algo igual de complejo a lo que tenía o con nuevos errores, además me habría quemado una semana más de desarrollo en algo que se tiraría a la basura. Si de por sí ya estaba atrasado el proyecto (ya me veían feo), una semana tirada sería muy malo. Afortunadamente no fue así. Aunque no lo terminé en una semana; el código fuente se veía más "solido", era fácil de extender. Al cabo de unas semanas ya se podían agregar las nuevas características fácilmente, la interfaz de usuario se veía mejor (eso siempre ayuda a que el usuario aprecie los cambios). Ahora de lo que me arrepentía era de no haberlo reescrito antes, de no haber tomado el riesgo y rescribirlo desde que descubrí que la deuda técnica era mucha, el miedo a perder tiempo me había hecho perder mucho más, sin contar la frustración y estrés que había sentido esas semanas.
Ahora la pregunta que me hago es ¿cuándo es buena idea reescribir? Como para casi todo, la respuesta ahora es: "depende". Quisiera poder contestar la pregunta con algo más preciso; pero aún no he encontrado la fórmula. Como programador, al recibir código fuente de otra persona podemos sentir las ganas de reescribirlo, solo por el síndrome de no inventado aquí. Esto nos puede retrasar un proyecto y costar dinero/esfuerzo sin ningún beneficio; pero otras veces, como lo que me pasó, es algo que puede beneficiar al proyecto. Saber cuándo es buena idea es algo que aún sigo definiendo.
Entender claramente las causas y estimar el impacto es clave para tomar la decisión de reescribir. Una vez tomada la decisión se puede empezar por definir interfaces y realizar la implementación usando (copiando) el código existente (con los ajustes necesarios). Eso evita que reescribas todo a la vez. Una vez teniendo el proyecto corriendo podemos cambiar las implementaciones, dividiéndolas quizás en más componentes reutilizables, etcétera… ese ya es otro tema.
A veces es más fácil reescribir en lugar de tratar de arreglar, otras veces rescribir es caro sin ningún beneficio real. Distinguir es la cuestión. ¿Tienes una idea, sugerencia o pregunta? Envíala a blog@developeando.com.
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